(Primera entrega del informe)
Hace casi cuatro años, luego de que Daniel Quintero Calle se posesionara como alcalde de Medellín, la administración municipal presentó el Plan de Desarrollo Medellín Futuro 2020-2023. Este documento es el que rige la planeación y asignación de recursos para la ejecución y el desarrollo de los proyectos para la ciudad.
El documento contenía un plan para el centro de Medellín, creado bajo el liderazgo de la Gerencia del Centro, encabezada para ese entonces por la arquitecta Mónica Pabón.
Dentro de este plan se establecieron diferentes proyectos en pro del territorio, sin embargo, luego de varios cambios de dirección en la Gerencia del Centro, y ad-portas de finalizar el periodo del mandatario local, la administración de Quintero ha dejado más deudas que logros, al menos en la Comuna 10. Aquí la primera entrega de las “deudas del Plan de Desarrollo Medellín Futuro en el centro”.
Remodelación de la Placita de Flórez
Uno de los grandes anuncios de la administración local en cuanto a mejoras para el centro, realizado a comienzos del 2021, fue la intervención social y remodelación física de la tradicional Placita de Flórez. Con cerca de 320 locales y una cobertura de por lo menos 42 barrios, este espacio es una parte indispensable de la economía de Medellín.
La estrategia le apostaba a recuperar varios frentes de la Placita, como su calidad arquitectónica, urbanística e histórica. Sin embargo, el proyecto para atender este importante bien de interés cultural del municipio está hoy pausado y sin fecha para volver a comenzar.
“Estamos en el proyecto de poner en valor la Placita de Flórez. Nos estamos volcando allí para realizar unos estudios técnicos, sociales y de movilidad hasta el 31 de diciembre de este año para, de ahí en adelante, iniciar la restructuración de nuestro patrimonio histórico y comercial de la ciudad.”, indicó en noviembre del 2021 el director de la Agencia para la Gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público – Privadas (APP), Rodrigo Hernán Foronda.
Sin embargo, y pese a que se hizo una inversión de por lo menos 260 millones de pesos para realizar los estudios que debían concluir en diciembre del 2021, a la fecha no se ha iniciado ninguna actividad de restauración y los comerciantes del lugar son escépticos frente al tema:
“Para mí solo se habló y hubo actividades relacionadas con el tema a comienzos del 2021, de ahí en adelante el proyecto se dejó quieto. Por aquí dicen que fueron las Bacrim, o las pandillas, las que le pusieron su tatequieto al asunto, pero de ese tema es difícil hablar”, expresa un comerciante de la Placita quien prefiere no revelar su identidad.
La administración de Quintero ha dejado más deudas que logros, al menos en la Comuna 10.
Tres edificios mixtos
Quizá uno de los planes más ambiciosos para desarrollar en el territorio fue la construcción de tres edificaciones de uso mixto en el centro de Medellín, con las que se buscaba dotarlo de infraestructura de soporte para estimular la habitabilidad en la zona y generar las condiciones de una ciudad compacta que crece hacia adentro y no en las laderas.
Según el discurso, el primer edificio sería un centro cívico con diferentes niveles para distribución de alimentos frescos, procesados y restaurantes ubicado en la Plaza Minorista. Este espacio también tendría oficinas, canchas, guarderías y zonas de entretenimiento, de acuerdo con lo que informó la Gerencia del Centro en aquel entonces.
Y si bien la meta en el cuatrienio solo era realizar los diseños y estudios previos, mediante concurso público y con un costo de $2.125 millones, estos no fueron concluyentes y no hay nada que indique que se va a continuar con el proyecto.
El segundo edificio se denominaba Centro Vida, y estaría ubicado entre La Minorista y el Sena. Su función iba a ser el de ofrecer acompañamiento social, psicológico y formativo para la construcción de proyectos de vida con los habitantes de calle. Se pensaba, además, que la sede iba a ser compartida con algunos niveles de comercio, entretenimiento y oferta institucional. Pero, de nuevo, nada ocurrió y la pausa en el proyecto es inminente.
Por último, el tercer edificio era una propuesta para intervenir el centro comercial Bolívar Prado, esto para reubicar allí a los comerciantes que hoy están en el viaducto del metro. “(Este edificio) completará el desarrollo de Prado y su conexión con el centro tradicional”, expresó en junio del 2020 la entonces Gerente del Centro, Mónica Pabón.
Hace un año, en agosto del 2022, el periódico CENTRÓPOLIS habló con los ‘checherecheros del cambalache´, como se llama a las personas que comercian objetos usados en esta zona, respecto a su situación y la posibilidad de contar con un edificio para ubicarse. Esta idea les causaba a todos mucha ilusión y esperanza.
“Más de ocho años esperando soluciones y una reubicación por parte de la administración distrital, llevan los checherecheros ubicados debajo del viaducto del metro”.
Pero, pese a que la subsecretaría de Espacio Público les indicó que el plan estratégico que regularía y proyectaría el denominado Mercado de La Segunda Oportunidad, estaba completamente planteado y solo faltaba disponer los recursos, aún no sucede nada.
Los checherecheros continúan expandiéndose a sus anchas en un lugar donde interfieren directamente con el correcto uso del espacio público y donde no se cuenta con las condiciones mínimas de dignidad que merece cualquier comerciante.
Cero de tres es sin duda una cifra desalentadora, pero lo es aún más pensar que estas son solo un par de las deudas que deja la administración distrital con el centro de Medellín, un territorio fundamental para la economía y el desarrollo general de la ciudad.
En la próxima edición, más acerca de las deudas que el Plan de Desarrollo “Medellín Futuro” deja en este territorio.
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