Bajo estrictos protocolos de bioseguridad, cines y teatros pueden volver a realizar funciones con espectadores. ¿Por qué los teatros aún no comienzan?
Por: Valentina Castaño Marín
Después de más de cinco meses de cierre, el pasado 14 de agosto el Ministerio de Salud y Protección Social emitió la resolución 1408 de 2020, donde resolvió la adopción del correcto protocolo de bioseguridad para la reapertura de cines y teatros.
Teniendo en cuenta el golpe económico que implicó la cuarentena para este sector cultural, la noticia se presentó en comienzo como emocionante y llena de expectativas; pero pronto fue evidente que volver a las funciones presenciales no sería un proceso rápido.
Así lo expresó Andrés Moure, director del Pequeño Teatro: “En principio fue una buena noticia, pues pensamos que seríamos de los últimos sectores en abrir. Ahora, esto tiene una problemática y es la responsabilidad social que implica para nosotros la apertura. Se establecen unos protocolos de bioseguridad demasiado estrictos y para cumplirlos es necesario hacer una inversión económica importante. Después de seis meses cerrados, no es sencillo estar en la capacidad de asumirlo.”
Solo en el centro hay más de 40 organizaciones culturales que están a la espera de poder recibir de nuevo a su público.
A pesar de la alegría inicial por el anuncio, se hizo imposible ignorar lo que hay detrás de una reactivación de actividades. La inversión económica para implementar los bioprotocolos es onerosa, por ello tanto salas pequeñas como grandes, tienen un difícil camino por recorrer; donde la salud de sus integrantes no puede ser dejada de lado.
“Frente a la autorización de la reapertura de cines y teatros consideramos que fue un poco apresurado, vemos que el pico que llevamos tanto tiempo esperando aún no se alcanza, y la verdad la salud de nuestros integrantes es en este momento nuestra más alta prioridad. Creemos que es muy benéfico que algunas entidades puedan aprovechar esta ley, y abrir sus espacios si tienen las condiciones y la capacidad de cumplir con todos los requisitos. Nosotros, como sala pequeña, no contamos con todos ellos todavía, sin embargo seguiremos con toda nuestra programación virtual y esperamos que nuestro público nos siga acompañando”, comenta Juan David Correa, miembro del Teatro Matacandelas.
Cabe resaltar que gracias a la rápida adaptación que tuvieron los diferentes colectivos teatrales a la virtualidad, actualmente existe la posibilidad de disfrutar de sus contenidos creativos y aportar a su conservación con la compra de boletería en línea, a través de plataformas como Eticketa Blanca. En las redes sociales y páginas web de las corporaciones se encuentra toda la información al respecto.
Y es que, pese a las dificultades, las diferentes entidades y salas teatrales tienen sus ojos puestos en la reapertura. Para trabajar en ello, se creó una mesa técnica conformada por las autoridades de salud y las entidades culturales, donde se definen y verifican las medidas que cada sala debe implementar.
“Se ha hablado de aforos del 35% o 40% y hay medidas como el tema de desinfección, camerinos aireados, uso permanente del tapabocas para los públicos y técnicos. Todos los colegas del centro de la ciudad hacen un llamado al equilibrio y la mesura entre la necesidad de hacer apertura de la economía y seguir cuidando la salud”, expresó Juan Carlos Sánchez, director del Teatro Pablo Tobón Uribe.
Aunque se habló de recibir público desde la segunda semana de septiembre, las salas no comparten programación presencial todavía.
Como este último, otros teatros más grandes han expresado tener ya un protocolo de bioseguridad implementado al que le hacen falta únicamente algunos ajustes. Pero, aunque se hablaba de la segunda semana de septiembre como fecha indicada para abrir de nuevo las puertas, todavía no hay programación presencial en la agenda del Pablo Tobón.
Sin embargo, el gremio y sus seguidores se mantienen positivos, saben que cada paso es uno más cerca de la meta en el camino por regresar a los espacios que tanto extrañan, donde se vive y se disfruta la ciudad desde el arte y la cultura.
“Creemos que es un proceso que empieza ahora pero es a mediano plazo, hay unas inversiones muy grandes que se deben hacer de nuestra parte y tras un cierre tan prolongado es difícil establecer cómo vamos a materializar la idea de reabrir al teatro. Es muy importante mencionar que volver a ofrecerle una oferta artística y cultural a la ciudad de manera directa, en vivo, recuperar el convivio maravilloso que significa hacer teatro, implica que todos hagamos un gran esfuerzo, naturalmente de nuestra parte como teatro y artistas, pero también necesitamos que las entidades gubernamentales y los sectores privados se comprometan para que podamos volver a encontrarnos, como lo llamamos nosotros en el Ateneo, en el espacio sagrado del teatro,” concluye Yacqueline Salazar Herrera, directora artística de la Corporación Ateneo Porfirio Barba Jacob.