Este particular restaurante, a puerta cerrada, ubicado en una casona de Maracaibo, entre El Palo y Girardot, ofrece experiencias gastronómicas que halagan los sentidos y alivianan el alma.
Por Alexander Barajas Maldonado
Quién no ha deseado desconectarse del trajín diario; hacer una pausa para maravillarse con placeres sencillos que validan el hecho de existir. Muy cerca de todo, en el corazón de la ciudad, hay un oasis para hacernos ese regalo. Se llama ‘Tente en pie por todo’, una propuesta tan integral como reconfortante, que no es justo definirla con la palabra restaurante.
Andrea Lopera y Hugo Ortega, la pareja de amables anfitriones que construyeron esta iniciativa fiel a su promesa de “servir en armonía”, están convencidos de que el momento de comer debe ser una gran ocasión para disfrutar de preparaciones saludables, naturales, hechas por ellos mismos con ingredientes frescos, y degustadas en un espacio acogedor, relajante, íntimo y seguro.
También debe ser una experiencia especial, casi única, tanto, que garantizan que no repiten menú para sus comensales, a menos que lo soliciten. Este sitio hace parte, desde 2014, del centro de emprendimiento cultural El Café Rojo, fundado hace cuatro años por la escritora Adriana Hernández y ubicado en una casona de la calle Maracaibo.
‘Tente en pie por todo’ calza con el espíritu innovador, artístico y muy humanista de El Café Rojo, siendo en sí mismo una alternativa gastronómica que alcanza la categoría de arte, el arte de servir. Por sus condiciones, el restaurante opera según demanda y desde ahí empiezan las particularidades que lo llevan a ser tan entrañable para sus comensales.
¿Cómo disfrutarlo?
Un día antes de comer allí se contacta a Andrea o Hugo, basta indicar la proteína que se desea consumir (pescados, carnes rojas y blancas, incluso opciones vegetarianas o veganas), la hora y el número de personas que asistirán. El resto corre por cuenta de esta pareja tan especial: idean un menú y compran los ingredientes frescos el mismo día de su preparación, la cual inician con el tiempo suficiente para que todo esté listo al momento de llegar los clientes.
Y la frescura innegable de la comida es apenas un auspicioso comienzo. La primorosa presentación, el cuidado en los detalles, el mismo buen gusto en la puesta de la mesa con sus platos y utensilios, dejan en claro que se está en un lugar distinto, donde las prisas se confabulan contra el placer.
Dependiendo de la proteína escogida, un almuerzo, cena o algo, puede oscilar entre los 20 mil y 35 mil pesos. Siempre habrá delicioso pan de la casa, horneado por Hugo, una crema de entrada, el plato fuerte presentado con formas de flores o aves, jugo de fruta natural (nada de pulpas congeladas), una generosa fuente de vegetales cortados para que cada persona ensamble su propia ensalada y la aderece a su gusto.
Al final, un toque dulce de postre, con un tinto o aromática. Todo es fresco, todo es único, como las salsas preparadas por ellos mismos o las hamacas que flanquean el patio interior de esa casona y que están disponibles para quien quiera recostarse, leer o simplemente mecerse de satisfacción, mientras huele el verdor que crece en la pequeña huerta o ve la apacible rutina de las gallinas cubanitas que se crían sin jaulas a un costado.
“Queremos complementar nuestro servicio y ya podemos ofrecer lavado de pies y masajes faciales o corporales, con esencias naturales, antes de consumir los alimentos.
Esto tiene un costo adicional y también debe solicitarse con anticipación para que el espacio y la persona que los hace estén disponibles”, comentó Andrea, haciendo aún más atractivo el deseo de regalarnos otra visita feliz a ‘Tente en pie por todo’.
Varios cuadernos con comentarios escritos a mano, dan testimonio de decenas de comensales agradecidos. Andrea y Hugo esperan publicarlos en un libro próximamente.
Servicios de catering, atención y preparación de alimentos a domicilio, también están en las alternativas de ‘Tente en pie por todo’.
Para conocer más sobre este espacio usted puede comunicarse al 314 744 16 28 y 314 622 31 60, o acercarse a la calle 53 No. 43-35
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