Durante las últimas semanas de emergencia sanitaria, este colectivo ha recolectado más de $50 millones para distribuir recursos para las poblaciones más vulnerables del centro de Medellín: las trabajadoras sexuales y vendedores informales
Por: Vanessa Martínez Zuluaga
“Putamente Poderosas” son ocho mujeres, pero son muchas más por quienes trabajan. Tienen un precedente relevante en la resignificación en torno al oficio y la vida de las trabajadoras sexuales del centro de Medellín, lo que a su vez las hace conocedoras de las particularidades del sector: un gran porcentaje de la población se dedica al trabajo informal, algo que en tiempos de pandemia puede significar una sentencia peligrosa, no salir de casa implica no conseguir el sustento diario o, en muchos casos, incluso no completar el dinero suficiente para pagar una habitación en algún inquilinato.
Los efectos sociales y económicos del confinamiento preventivo para evitar la propagación de la pandemia generada por el COVID – 19 no se han hecho esperar, por tanto y con la información que tiene el equipo del colectivo, decidieron lanzar una campaña que hasta la fecha ha impactado a mil ochocientas personas y que continúa recaudando fondos.
“Esta campaña nació desde un sentimiento: la empatía. Cuando iniciaron las medidas gubernamentales que decretaban la cuarentena, nos reunimos a pensar en todas las personas de nuestra ciudad que no tienen ingresos fijos y que viven del trabajo informal. Pensamos en las trabajadoras sexuales, que son la razón de ser de nuestro colectivo, una población que se ha visto muy afectada con la cuarentena, que solo deja en evidencia una problemática latente día a día pero que esta crisis la hizo más evidente y es la falta de garantías, protección y recursos que tienen y que las sumen en la pobreza”, agregó Melissa Toro, miembro del colectivo.
Desde el pasado 17 de marzo, cuando comenzaron con las primeras acciones de la campaña, y hasta la fecha han logrado recolectar más de $50 millones a través de una gestión en la que se han involucrado otras fundaciones y colectivos. La primera etapa se trató de sensibilización, varias integrantes del grupo recorrieron las calles del centro y replicaron las medidas preventivas que recomendaban por aquellos días las autoridades, repartieron volantes informativos y antibacteriales. Se enfrentaron en ese momento a un desconocimiento y desinformación latentes entre los vendedores informales y trabajadoras sexuales del sector.
“La segunda y la tercera etapa fue de entrega de alimentos y dinero para el pago de vivienda. Los días 20 y 23 de marzo hicimos entrega de mercados para las familias de estas personas y también entregamos sobres con dinero, entre $100.000 y $120.000 para que las familias pudieran cubrir los pagos de los arrendamientos e inquilinatos en los que viven. Pensamos en que con estas ayudas podrían cubrir sus necesidades básicas por lo menos las primeras semanas de la cuarentena.”, continua Melissa Toro.
Si desea solidarizarse con esta causa, aquí encontrará toda la información del colectivo.
Para la entrega y distribución de los recursos han recibido acompañamiento de la Secretaría de Inclusión Social, la Subsecretaría de Espacio Público de la Alcaldía de Medellín y de la Policía Nacional. Por tanto, los voluntarios cumplen con todas las medidas sanitarias recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para prevenir el contagio y la propagación del virus, así mismo, realizan un seguimiento a los beneficiados, con el fin de asegurar la distribución justa y equilibrada de los auxilios.
Tomando en consideración que los efectos del aislamiento preventivo podrían extenderse, están desarrollando la cuarta etapa de la campaña que consiste en la continuación de entregas de mercados y de auxilios económicos para que más personas puedan sobrellevar esta crisis y suplir sus necesidades básicas.
¿Quiénes son “Putamente Poderosas”? ¿Por quiénes está conformado el colectivo?
Putamente Poderosas es un colectivo que busca darle voz a las trabajadoras sexuales de Medellín y visibilizar las problemáticas alrededor de este oficio, para resignificar sus historias de vida. Su misión es ser un puente entre las trabajadoras sexuales, el Estado y la ciudadanía de Medellín para lograr una transformación social y política frente a esta problemática.
El colectivo está conformado por ocho mujeres, con diferentes profesiones: una psicóloga, una diseñadora de vestuario, una economista, una comunicadora social, una publicista, una historiadora, una gestora cultural y una abogada que encontraron como punto en común, el deseo de luchar por la reivindicación y los derechos de las trabajadoras sexuales.
Que bn apoyamos esta realidad.
Admirable la labor que están realizando, para seres humanos tan vulnerables como muchos otros, sin posibilidad de tener la medidas que se requieren en esta cuarentena. Deberían llamarse “Poderosamente poderosas”
HIJAS DE TODO LO BUENO, LAS AMAMOS
Deseo ayudar!
Que puteria de humana misión y servicio, hacer el bien sin mirar a quién, dignificar profesión y vidas de éste importante grupo se mujeres y sus núcleos familiares. Qué hermoso, que humano, que reivindicativo en lo social y personal.