La estrategia de movilización “Vive el Centro, Aventúrate en él” ha permitido que estudiantes de universidades descubran rincones del corazón de la ciudad que desconocían. Más allá de los salones de clase, los recorridos guiados por la comuna 10 –La Candelaria– les han mostrado plazas, teatros y calles que, en sus palabras, sí o sí deben animarse a conocer quienes se forman académicamente en esta zona de la ciudad.
La Plaza Botero es uno de los sitios que más impactó a los jóvenes. Allí, en medio de las 23 esculturas del maestro Fernando Botero, sienten que la ciudad tiene magia. “Es un lugar muy concurrido, lleno de historia y vida. Ahora entiendo por qué es uno de los espacios más representativos de Medellín”, dijo Daniel Bedoya, estudiante de Unaula.
El recorrido también llevó a los estudiantes a espacios patrimoniales que muchos conocían solo de paso. El Palacio de Bellas Artes y el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, ambos con su arquitectura imponente, sorprendieron a varios de ellos. Para Lurdicia Cruzmedi Huayra, estudiante peruana de la Uniremington, fue una oportunidad de descubrir que la ciudad tiene lugares para aprender más allá de la universidad: “Nunca había entrado y ahora me parece increíble saber que estos espacios están tan cerca”.
Los jóvenes también resaltaron escenarios culturales como los teatros. Nathalia Becerra de la Universidad Cooperativa de Colombia, por ejemplo, recomendó el Matacandelas y otros espacios culturales. Al respecto comentó “El centro tiene estigmas, pero aquí hay salas que promueven arte diferente, incluso con actores sordos o ciegos. Es chévere ver cómo la cultura se expresa de tantas formas en este lugar”.
Lugares para la vida cotidiana en el centro
La vida cotidiana tampoco pasó desapercibida. El Pasaje Junín, con su mezcla de tiendas tradicionales, restaurantes, cafés y reposterías, fue uno de los favoritos de los participantes. “Es como viajar en el tiempo y al mismo tiempo sentir la Medellín actual”, coincidieron varios estudiantes. Algo similar ocurre con el Corredor de Carabobo, donde el movimiento comercial y el patrimonio conviven a diario, como es el caso del Palacio Nacional, donde tuvieron la oportunidad de conocer las galerías de arte ubicadas en los últimos pisos de la edificación.
Para quienes buscan un plan distinto, las Torres de Bomboná y sus alrededores aparecieron como recomendación. Allí, los cafés, bares y restaurantes de comidas rápidas ofrecen opciones de encuentro juvenil que hacen parte de la experiencia de habitar el centro.
En general, los estudiantes coinciden en que los recorridos de “Vive el Centro, Aventúrate en él” no solo los acercaron a la historia de la ciudad, sino que les dieron confianza para caminar por sus calles y apropiarse de ellas. Así lo resume Sara María López, de la UCC: “Antes veía el centro solo como un lugar de estudio, pero ahora lo entiendo como un espacio para disfrutar con amigos, salir de la rutina y vivir la ciudad desde otra perspectiva”.
Al final, cada recomendación refleja la mirada fresca de los jóvenes: unos resaltan el arte, otros la vida nocturna, otros la tradición o el comercio. Todos, sin embargo, coinciden en que invitarán a sus compañeros a darse la oportunidad de recorrer el centro y descubrir que es mucho más que un lugar de paso.
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