Quizá usted ya haya escuchado alguna vez el término “Hotel Boutique”. Este concepto nació en Nueva York en la década de los 80, cuando un reconocido empresario quiso diferenciar su alojamiento de las grandes cadenas hoteleras.
De allí surge una nueva forma de hospedaje, enfocada en el diseño y el servicio personalizado. Los hoteles boutique suelen tener menos habitaciones y están ubicados en lugares especiales, como barrios históricos, edificios restaurados o zonas de gran valor cultural o turístico.
Y eso es lo que está pasando en el barrio Prado, se está convirtiendo en el lugar perfecto para abrir este tipo de alojamientos, los cuales se suman a la revitalización y el renacer de este sector rico en historia y cultura. Aquí algunos casos.
Casa Ángel
Ubicada en la carrera 50 Palacé con calle 63, esta propiedad perteneció al Sonsoneño Gabriel Ángel Escobar, hijo de Alejandro Ángel Londoño, el segundo hombre más rico de Colombia en los años 30.
Fue diseñada por Pedro Nel Rodríguez, nieto del alemán Enrique Hausler, uno de los pioneros de la arquitectura e ingeniería en la ciudad.
“Llegamos a la propiedad a través de Mónica Pabón, quien en su momento estuvo sumamente comprometida con el barrio Prado, en el sentido de que hubiesen inversionistas externos que aprovecharan la oportunidad de vincularse a todo el tema de compensaciones patrimoniales que hay actualmente con la Alcaldía. Mónica se acercó a uno de los socios y a través de ella se compró esta y otra casa que está en proceso de recuperación”, comenta Tatiana Villegas, arquitecta del grupo Oro Molido y responsable del proyecto Casa Ángel.
El grupo Oro Molido es una empresa dedicada al mundo cafetero. Tienen propiedades en varias partes del país, y un operador turístico denominado Colombian Coffee mediante el cual triangulan las actividades de estas.
“Todas nuestras propiedades rurales tienen y prestan el servicio de la experiencia cafetera, la idea es que quienes se alojen en esta propiedad (Casa Ángel) tengan la posibilidad de vincularse a esa otra parte y vivan una experiencia urbana y rural a la vez”, continúa Tatiana.
La casa va a prestar el servicio de alojamiento de estadías cortas, contará con siete apartaestudios bien equipados y, a su vez, se rentará completa para matrimonios, retiros, congresos, eventos culturales, entre otros.
“También tendremos una exposición interior permanente en alianza con el Museo de Antioquia, vinculada básicamente a enaltecer la firma arquitectónica HM Rodríguez”, comenta Tatiana.
El proyecto espera estar terminado en el segundo semestre de este año.
Prado Palacé – Casa de experiencias
Esta enorme propiedad de dos pisos se encuentra en pleno cruce de Palacé con Darién. Fue el primer Bien de Interés Cultural autorizado por la Agencia APP por medio de resolución para intervenciones en patrimonio, esto como parte de la gestión del instrumento de financiación “transferencias de derecho de construcción patrimonial” que se mencionó anteriormente.
Según Carlos Holguín, su actual dueño, la idea de comprar la casa surgió después de haber viajado a través del mundo y darse cuenta de que las zonas históricas patrimoniales se vuelven joyas de colección que no se repiten más. Para él, muchas veces es necesario un ojo extranjero para que los locales vuelvan a creer en su patrimonio histórico.
“Creo que hay que darle un reconocimiento especial a mi socio, Damien Givelet, porque es muy valioso que alguien que no pertenece a la ciudad tenga la visión de rescatar sus espacios históricos y ver en ellos algo que quizá los locales ignoran”, comenta Carlos.
Ambos hombres han dado cada parte de sí para darle vida a la propiedad, la cual había cambiado de vocación infinidad de veces, siendo incluso una clínica de radiología. Para ellos, cada detalle es valioso en la tarea de dejar una huella respetuosa en esta casona.
“El potencial del barrio Prado es inmenso, es una zona que mucha gente no conoce, que tiene la posibilidad de ser una zona rosa cultural que no tenemos en este momento en la ciudad. Ya somos varios los actores y las personas que hemos comenzado a invertir en el barrio, que le creemos, que le apostamos, y la invitación es que haya más personas que piensen que esto a futuro va a ser una parte de nuestra historia que va a revivir”, expone Holguín.
La ahora denominada Prado Palacé – Casa de experiencias, uno de los inmuebles mejor conservados del barrio Prado, se convertirá precisamente en eso, un hogar para las nuevas vivencias, la cultura, el arte y la historia.
“Dejaremos que sea el mercado el que determine la vocación de este lugar, por diversos motivos, especialmente la sostenibilidad del proyecto, no queremos atarlo aún a una función específica. Somos pioneros, y primero debemos ver la acogida que da el público a este proyecto”.
Casa Mía Hotel Boutique
Casa Mía, por su parte, está ubicada en la intersección de las calles Cuba y Chile, al frente del Teatro Águila Descalza y será un hotel boutique de ocho habitaciones estándar y una suite.
“La idea empieza porque una amiga de Camilo, uno de los creadores del proyecto, ha vivido toda la vida en Prado y él se apasionó con el barrio, con las casas y se dio cuenta que muchas personas empezaron a interesarse por el centro, así que nació la idea de invertir en el renacimiento de Prado”, comenta Adriana Arcila, gestora de esta propuesta turística.
Fueron varios años en la búsqueda de una casa que cumpliera con ciertas condiciones como ubicación, tamaño, estética, costo, etc. La obra empezó en enero de este año y la idea es que entre en operación más o menos en septiembre.
Será un hotel autónomo donde se podrá hacer check in y check out sin ayuda de una persona y se tendrá acceso a la casa por medio de una clave que se genera con la reserva.
“El diseño del hotel lo denominamos como Colombian Core, será moderno en su interior conservando y recuperando rasgos de la casa como el techo en caña brava, los arcos, las baldosas hidráulicas entre otros, con combinación de texturas, fibras y acabados naturales que representen a diseñadores y artesanos colombianos. Nuestra idea es recuperar la fachada a la idea original de cuando se construyó la casa. En la remodelación ha sido muy importante la reutilización de materiales antiguos en otros lugares de la casa para generar menos impacto”, explica Arcila.
Los gestores de Casa Mía, quieren que Prado sea reconocido como un sector importante de la ciudad, con el fin de volver a tener una zona donde se pueda caminar, ir de fiesta, hospedarse y consumir cultura.
“La idea es participar en el renacimiento de Prado, mostrarle a Medellín un turismo diferente enfocado en rutas gastronómicas, culturales y patrimoniales. Nuestra idea es trabajar en conjunto creando redes de apoyo con otros emprendedores del sector para realizar eventos, enviarles huéspedes, que sean nuestros proveedores y nosotros los de ellos”, concluye Arcila.
Cabe destacar que estas tres apuestas hoteleras no buscan solo hospedar personas, tienen un propósito de recuperación y resignificación de un territorio que es un verdadero tesoro para Medellín y que pronto se convertirá en referente para el turismo en la ciudad.