La situación de los habitantes de calle en Medellín sigue siendo uno de los mayores desafíos para la administración distrital y las autoridades policiales. A pesar de los esfuerzos institucionales, las dinámicas de asentamientos en parques, plazas y corredores viales han impactado de manera directa la percepción de seguridad y la convivencia no solo en el centro sino también en otros sectores de la ciudad.
De acuerdo con la Alcaldía de Medellín este año se han intervenido 75 puntos críticos donde estaban instalados cambuches y había acumulación de basuras. El trabajo ha sido liderado por la Secretaría de Inclusión Social y Familia, con el acompañamiento de las secretarías de Seguridad y Convivencia, Salud y la empresa Emvarias, en una estrategia que combina recuperación del espacio público con atención social.
Las autoridades informaron que cada día más de mil habitantes de calle son atendidos en los centros de servicios básicos del Distrito. Allí reciben alimentación, acceso a duchas, alojamiento temporal y acompañamiento psicosocial. Estos espacios buscan ser el primer paso hacia procesos de resocialización y reintegración.
Uno de los avances más destacados de la actual administración es el aumento del personal en territorio. En 2023 Medellín contaba con 35 educadores de calle. Hoy, esa cifra asciende a 420 profesionales, lo que permite una atención más focalizada y permanente. “Los habitantes de calle están siendo atendidos por un equipo de más de 400 educadores. Hoy podemos intervenir estos puntos críticos en aras de que logremos volver a tener la ‘Tacita de Plata’ que queremos para Medellín”, señaló Luz María Ramírez, secretaria de Inclusión Social y Familia.
No obstante, el reto sigue siendo enorme. La legislación establece que los habitantes de calle no pueden ser retirados del espacio público sin su consentimiento, lo que dificulta los procesos de recuperación. A esto se suma que más del 90% de esta población presenta consumo problemático de sustancias o trastornos de salud mental sin diagnóstico ni tratamiento, factores que limitan su capacidad de decisión sobre procesos de cambio.
De manera complementaria, Espacio Público ha desmontado más de 4.300 cambuches, mientras que Emvarias ha retirado más de 3.810 metros cúbicos de residuos de diferentes sectores. Para muchos líderes comunitarios, este trabajo articulado ha permitido devolver la habitabilidad a varias zonas. “La comunicación entre el equipo y la comunidad ha sido abierta y positiva. Se establecen duplas que permanecen varias horas en el mismo sector y eso genera confianza. Quiero agradecer a la Alcaldía y a todas sus entidades por esta labor”, afirmó Juan David Botero, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de Prado Centro.
Esto dice el sector privado
Desde Corpocentro, entidad que agrupa a comerciantes y empresarios del centro, se ha insistido en la necesidad de mantener la presencia institucional en los corredores estratégicos de La Candelaria. Para este gremio, la recuperación del espacio público no solo mejora la imagen de la zona, sino que fortalece la actividad económica y cultural, y genera confianza entre quienes visitan y habitan el centro.
La administración distrital reconoce que las limitaciones legales y sociales obligan a mantener un enfoque integral que combine atención social, pedagogía, presencia institucional y acciones de limpieza. El aumento de personal en calle, la articulación con entidades de salud y seguridad, y las campañas de sensibilización ciudadana son pilares de una estrategia que busca recuperar la vocación del centro de Medellín como espacio de encuentro y convivencia.
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