Por Alexander Barajas Maldonado
Las 240 pirámides que instaló bajo una lluvia de críticas el ex alcalde Sergio Fajardo en 2007, siguen coloridas y orondas en el sardinel medio de la Avenida Oriental. Y ahora, como en ese entonces, continúan levantando polémica, pero ya no por antiestéticas o por disminuir el espacio público efectivo para el viandante, sino por su calamitosa condición.
Desde San Juan hasta Bolivia, en estas estructuras ahuecadas de concreto y recubiertas con baldosines de pasta de vidrio, se evidencian los estragos de años de vandalismo humano y animal. En ciertos tramos abunda la fea evidencia de las deyecciones de cientos de palomas, loros y otras aves que se posan a diario en las copas de los 46 urapanes, 4 guayacanes y 19 árboles de otras especies que sobresalen cada tanto de entre sus entrañas.
De otro lado, las sinuosas superficies enmarcadas por el metro y medio de altura y los 4.67 metros de ancho que ofrecen las pirámides, han sido aprovechadas por las personas como murales para grafitis, espacios publicitarios, improvisadas camas para habitantes de calle y “guardaderos” a la intemperie. No ha faltado quien crea que son mingitorios y algo más.
Aquí y allá pululan las rajaduras, peladuras y pérdidas de los vivos cuadritos que les dan esa inconfundible textura en mosaico. Sí, algo desagradable, pero nada que no pueda superarse con labores de limpieza y mantenimiento, lo cual es de extrañar en la ‘tacita de plata’ o en ‘la ciudad más innovadora del mundo’.
Este visible y hasta maloliente panorama fue expuesto hace poco en sesión de la comisión accidental 011, creada por el Concejo de Medellín para hacerle seguimiento a los temas del centro.
Fabio Rivera es el concejal que preside dicha célula y no duda en denunciar que “esas pirámides están en muy mal estado y el municipio debería intervenirlas, y no lo hace con una excusa que yo no acepto y no comparto: que como Metroplús tiene planeado construir varias estaciones en ese separador, cualquier trabajo que se haga en las pirámides podría representar detrimento patrimonial. Ya está claro que lo uno no riñe con lo otro”.
Por su parte, Corpocentro, entidad que le ha hecho seguimiento al tema por más de tres años, se mostró preocupada por la falta de atención y compromiso con el mantenimiento de las pirámides y el lento progreso de los estudios para la troncal de Metroplús por la avenida Oriental.
La misma empresa de transporte refuerza la versión del concejal Rivera y desmiente la disculpa oficial. Carlos Velasco es el arquitecto supervisor de diseños para la Dirección de Transporte de Metroplús, por eso sabe de lo que habla cuando dice que “las pirámides no interfieren en la construcción de la futura troncal en la Oriental. Eso se sabía hace mucho y por eso no se levantaron pirámides donde se van a montar las estaciones; no se necesitará ni tocarlas para trazar las redes”.
La proyectada troncal de Metroplús por la Avenida Oriental realmente empezaría en la Avenida El Poblado con la calle 30 y contempla siete estaciones hasta su conexión con la estación Prado del Metro, así como un corredor paralelo al viaducto que desde allí empataría con la troncal solo bus de Barranquilla. En el tramo con pirámides estarían tres estaciones: San José (en Ayacucho), La Playa (frente al edificio Vicente Uribe Rendón) y Catedral (entre Argentina y Bolivia), donde se pueden apreciar los espacios dejados para tal fin.
Desde la Secretaría de Infraestructura Física, pese a reiteradas solicitudes, solamente respondieron que “para el caso de las pirámides de la Avenida Oriental, está contemplado únicamente su mantenimiento”, sin especificar el monto de la intervención, los tiempos de la misma ni las actividades a realizar. ¿Se quedarán las pobres pirámides como están?
¿Pirámides florecidas?
“Desde que el alcalde Fajardo anunció las pirámides, yo propuse en el Concejo unos jardines, que embellezcan la Oriental y creen empleo para los 8 o 10 jardineros encargados de su mantenimiento”, recuerda el concejal Fabio Rivera. Una postura curiosamente similar expresó quien fuera hasta el 28 de julio pasado el gerente de la EDU, César Hernández, en entrevista concedida a Centrópolis en junio: “Se van a transformar las pirámides, la idea es que conserven la misma forma, solamente que en la parte superior se generará una adecuación para que lleguen temas verdes, jardines, flores. Ese proyecto como está ya cumplió su ciclo, tiene casi diez años”.